Al repasar los cien años de historia de la Colonia Condesa, resulta curioso descubrir que en sus orígenes se había contemplado la construcción de dos hipódromos en su territorio. Uno, por parte del Jockey Club y, el otro, por el Club Hípico Alemán. El primero, se inauguró con la presencia de Porfirio Díaz el 10 de octubre de 1910. Ya en un plano de la Ciudad de México de 1903 aparece su trazo al poniente de la avenida Insurgentes.
El segundo no llegó a construirse y las causas que lo impidieron son desconocidas. Se sabe de su pretendida existencia ya que en el Balance General de la Sociedad de la Colonia Condesa de 1903, se hace referencia a unos terrenos adquiridos por el Club Hípico Alemán, contiguos a los del Jockey Club, destinados para las competencias hípicas o "juegos de sport" según la usanza de la época.
El Hipódromo de la Condesa -como se llamó al primero- era propiedad y administración del Jockey Club (es decir, la aristocracia porfiriana), que también poseía el Hipódromo de Peralvillo, ya entonces un éxito social y económico.
Con el óvalo de la Condesa, se pretendía evitar las molestias que el polvo y la lejanía causaban a los asistentes de Peralvillo y ofrecer mayores garantías y comodidades.
El hipódromo condal tuvo su pista en lo que hoy día es la avenida Ámsterdam en la colonia Hipódromo, razón a la que una debe su singular trazo y la otra su nombre. Como el de Peralvillo, contó con la afluencia de las personalidades más distinguidas de la sociedad mexicana. Deporte europeo, tuvo el infortunio de realizarse por poco tiempo, ya que la revolución de 1910 asaltó a todos por igual. A pesar de ella, este lugar no dejó de ser visitado por los sport-man quienes, atraídos por el status inherente a los deportes europeos, desistían de abandonar tan prestigiado lugar. Es así como se llevaron a cabo el polo, las carreras de autos, el ciclismo e inclusive el patinaje.
La colonia no sólo fue testimonio de estos espectáculos, sino que tres años antes se había vestido de luces al inaugurarse el coso taurino El Toreo -edificado con los más novedosos materiales traídos de Bélgica- con un espléndido cartel integrado por el sevillano Manuel González Rerre alternando con Agustín Velasco, el Fuentes Mexicano.
Lo antes mencionado serían sólo algunos de los atractivos con los que contaría esta colonia, que auguraba ser, una de las más prestigiadas.
Según menciona Hector Manuel Romero en su libro "Delegación Cuauhtémoc de la A a la Z "(1), el orígen de las tres colonias es coincidente y se remonta a los principios del siglo xx, cuando en 1902 se fraccionaron los terrenos que vendrían a constituir la Zona Condesa.
Sus antecedentes, se ubican en los inicios del siglo XVI, cuando los terrenos que integran la zona tuvieron diversos propietarios de abolengo, siendo la primera propietaria Doña María de la Campa y Coss, Condesa de Santiago de Valparaíso quien conforma pintoresca hacienda y, con su familia, disfruta por muchos años de tan hermosos predios que, permanecen inalterables hasta que en 1867, a la muerte de sus últimos descendientes directos y mas adelante, parientes lejanos, inician las condiciones que derivan en el fraccionamiento de la hacienda.
No obstante que su primera propietaria ostentaba ya el título de Condesa, "Según el cronista de la Ciudad de México, Don Guillermo Tovar y de Teresa, el nombre de Condesa procede de su propietaria, la Tercera Condesa de Miravalle.
Doña María Magdalena Dávalos de Bracamonte y Orozco, esposa de Don Antonio Trebuesto y Alvarado, que era Caballero de Alcántara. la hacienda comprendía lo que ahora conocemos por colonias Roma, Condesa y parte de Tacubaya"(1).
A finales del siglo XIX la adquirió Doña Dolores Escandón y Arango y ésta la heredó a su hija. Ya en el siglo XX, sus casas y residencias, reflejaron el buen gusto y alto nivel de ingresos de sus propietarios. Por ejemplo, el casco de la hacienda en epocas del porfiriato que se erigía como un hermoso palacete, actualmente alberga a la Embajada Rusa.
Como ya se mencionó, la Colonia Condesa se fundo en 1902 y, en sus orígenes, comprendía " al norte, la Colonia Juárez, al sur, la Avenida Michoacan y Rio de la Piedad; al oriente, la calzada de Tacubaya posteriormente, se crearon las colonias Roma Norte, Roma Sur, Hipódromo e Hipódromo Condesa. (1)
En los terrenos de la Condesa se construyó la Plaza de Toros el Toreo, en donde actualmente se ecuentra el Palacio de Hierro. Así también, se instaló la Sociedad del Jockey Club que, desde 1910 operó un Hipódromo, mismo que se utilizo tambien para actividades deportivas.
En 1924 el fraccionador José de la Lama y Raul A. Basurto, directivos de la Compañía Fraccionadora y Constructora del Hipódromo, contrataron con el Jockey Club el fraccionamiento y urbanizacion del Hipódromo, siendo autorizado por el cabildo en 1925.
De acuerdo con el libro elaborado por Edgar Tavares López (Colonia Hipodromo. Tu Ciudad. Barrios y Pueblos)(2) "lLa Compañía Fraccionadora y Constructora la Condesa, S. A. encargó el proyecto al Arquitecto Jose Luis Cuevas, quien hizo las previsiones para que la colonia dispusiera de todos los servicios , con el fin de lograr una mayor eficacia y un perfecto funcionamiento de cada una de las zonas en que se fraccionó el terreno".
A lo largo de su historia, diversas personalidades del medio político, artístico, literario, empresarial, profesional, comercial, intelectual, magisterial e industrial, establecieron su residencia u oficinas dentro de ella: Agustín Lara, Mario Moreno "Cantinflas", Maria Conesa, Juan Soriano, Salvador Elizondo, Diego Matthai.
Si se quisiera caracterizar a la colonia presentando sus principales rasgos, habría que destacar la significativa cantidad de áreas verdes que existen en la colonia; la forma eliptica que hace tan particular a la avenida Amsterdam; sus glorietas y grandes avenidas con camellones, desarrollos arquitectónicos tipo Art-Deco, cuyo encanto seduce tanto a colonos como visitantes.
La Zona Condesa es una zona preferida tanto por los capitalinos, como por los visitantes nacionales y extranjeros.
Motivo de estudios e inspiración resulta un marco que ayuda a conformar un ambiente cálido y agradable, para los cientos de comensales que, a diario, frecuentan sus diversos restaurantes, cafes y centros gourmet.
Actualmente se orienta fuertemente hacia el aspecto gastronómico, la Colonia Condesa ofrece un gran numero de deliciosas opciones para todo aquel que desee degustar algo ligero, variado o exquisito y para aquellos que solamente quieran tomar algo pasando un momento agradable en compañía de alguien especial.
Usted puede optar por comida nacional o internacional. Se pueden deleitar platos españoles, árabes, griegos, cubanos, argentinos, italianos, japoneses,mediterráneos,mexicanos.
Si tiene usted antojo de una buena carne o una ensalada naturista; lo mismo una pizza que unas crepas o tacos o empanadas que podrá acompañar con un vino nacional o extranjero y complementar con un aromático café.
Aun cuando el ambiente gourmet conforma un rango distintivo importante, cabe mencionar que están localizadas numerosas boutiques y establecimientos de ropa, joyas, muebles, libros, abarrotes, pan, flores y otros artículos que pudieran resultarle atractivos.
La Zona Condesa representa una buena opción. Por la noche algunos de los establecimientos, ofrecen música viva para escuchar o bailar.
Para su entretenimiento y desarrollo: salas cinematográficas, galerias de arte, escuelas, centros culturales, institutos y universidades.
Finalmente, la zona se complementa con un buen número de servicios médicos, jurídicos o bien los necesarios servicios comerciales, turísticos y bancarios.
Patrimonio Historico y Cultural ( Fedatario del Haber Historico y Cultural de la Delegación Cuauhtémoc ) México. 1991. Edit. Color.